A Ovidio Aguas la vida era siempre un paseo. Y como tal nunca tenía prisa, siquiera cuando se le hacía tarde, porque tarde nunca estuvo en la vida de Ovidio Aguas.
Tocaba el banyo en un grupo donde el blues era protagonista, y les acompañaba Louis como cantante solista .Era algo más que música. Era la triste vida, las lágrimas que recorrían el rostro de aquellos hombres y mujeres que fueron arrebatados de su tierra para obligarlos a otro modo de vida, sin libertad, ganado, sólo eran ganado.
Pero la rebelión de todas esas personas se transformó en letras, y luego en canciones: la música hablaba y hablaba en cualquier rincón. Esa fue su protesta. Se introdujo en las cabezas de todos, arraigándose, brotando raíces, tan fuertes que jamás desaparecerían.
Después que Ovidio Aguas dejara el banyo a buen recaudo, se iba cerca del malecón a contemplar el mar.
Allí se quedaba durante unas horas con los ojos llenos de vida, contemplando la hermosura de las olas.
Mira... a contemplar el mar... igual que yo cada tarde!!!
ResponderEliminarSiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii...
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