Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

lunes, 2 de julio de 2012

Tu olfato me delató

 Nos conocimos envueltos en tatuajes horteras. Cómo dolía  el condenado marinero en mi brazo tatuado. Dos horas de picoteo mordaz. Te resultó placentero aplicar tal tormento. Fuimos camaradas en  las madrugadas. Una noche tu olfato me delató, pues yo había cambiado de amigo.

Ballade pour Sophie

Ballade pour Sophie

Se habían despedido el mismo día en que se encontraron, solo que, ninguno de ellos lo sabría hasta pasado unos años, en que, l...