Paul Desmond, dijo Almudena Tierras cuando escuchó el sonido de la trompeta. Eso fue un verano en el que había decidido pasar unos días de vacaciones en Verona.
Hizo amistad con un comerciante, y con una señora de esas que cuando caminan abarcan calles estrechas por el modo en que sus caderas se balanceaban. Se dedicaba a pintar cuadros: pinceladas dispersas con formas geométricas con los bordes bien marcados.
Verona se quedó con Almudena Tierras.
Es cierto.
ResponderEliminarA veces sucede.
Si...
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