Me pareció un niño el primer día que lo vi, pero no lo era. Su rostro era pura bondad, sus rasgos suaves, delicados, con unos ojos que parecían caídos del cielo. No tenía edad, por más que lo miré, no tenía edad. Una muleta le daba la seguridad suficiente para dar un paso, y luego otro, y otro.
Pero no puedo olvidar su rostro. Una mueca graciosa en sus labios parecía dar la bienvenida al
nuevo amanecer, tomó café. Despacito, sorbo a sorbo. Me incliné a mirarlo, porque el aleteo de
manos de las compañeras impedían poder ver tamaña hermosura. Lo miré abstraída, perpleja;
admiré su espalda, sus piernas, su cojera, su modo de sorber, siquiera oteaba alrededor.
Sentado, callado, con la paz que muchos necesitamos. ¿De donde venía? ¿Porqué esa resignación tan bonita?, la serena quietud de su cuerpo hacía que se creara un cerco luminoso a su alrededor. Brillante como una estrella.
La mañana alborotada el café repleto de personas hablando esto y aquello, ¡ah pero la bondad
de él, su admirada presencia por mi parte!.
La ignorancia de los demás me gustó, porque ese hombre era un lienzo expuesto, ahí, para contemplar una belleza indescriptible, y yo fui la afortunada, si, fui eso y más, porque pude ver sus colores, cada pincelada; pude conocerlo. Ahora giraría a un lado, ahora hacia el otro, era como un resplandor aquel lienzo. Un mar dentro llevaba, un océano repleto de peces brillantes... ¡oh¡ si, qué sueño, que privilegio el mío. Cada paso, cada gesto, cada sorbo ,todo era confortable, como cuando una llega a casa, y se deja caer y se duerme, profundamente. Un sueño, si, un sueño vertiginoso poder admirar a alguien que cae del cielo invisible a los demás.
¿Un sueño dentro de un sueño? Un cuentito precioso pero a la vez inquietante. ¿Alguien más que tú le veía? Me fascinan este tipo de enigmas, románticos en el sentido Hoffmanniano. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias por opinar. Pues no, no creo que nadie reparase en él. Si una observa siempre encuentra algo alrededor de este mundo enigmático, y precioso.
ResponderEliminarUn beso.
Tú miras con el corazón y claro...
ResponderEliminarPues creo que si...
EliminarUn sueño que deja su huella. Saludos.
ResponderEliminarUn sueño que deja su huella. Saludos.
ResponderEliminarGracias por la visita y el comentario.
EliminarSaludos.