Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

lunes, 26 de noviembre de 2018









Quién eres tú, que permaneces ahí, sentada en ese banco, con la lluvia mojando -te.
Recordando-te . Dijo.
Como un diluvio se vinieron tus letras, 
y yo mojada de agua besé cada una de ellas...
Qué haces ahí callada y tan años? No sé , dijo.
Recordandot-te.
Eres un piano y tu música acaricia mis pechos,
y siento que me bebes.... A estas alturas de mis siglos,
Yo no soy de este tiempo,
porque no veo ese juicio que alguien dijo,
no veo esas guerras,
Me empecino en vivir en las ramas, igual que los pájaros, libre.
Eres como la heroína para mí, dije.
Qué vives? , mi propio yo, dijo.
Y como un diluvio se vinieron tus letras,
y yo, en otra vida mojada de agua, de tu boca,
morí, morí...
Ni los cuchillos, ni la espada,
yo no soy de este mundo,
solo mírame...
y en lo profundo de mis ojos,
las mil vidas que me han llamado a la puerta...
Qué haces?- Verte, dijo. solo verte...



María Gladys Estévez.

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