Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

lunes, 24 de mayo de 2021

Un lugar polvoriento alejado del ruido

 

Sacramento Méndez viajó desde muy lejos para tener una vida digna. Alquiló una casita a las afueras del pueblo. 

Un lugar polvoriento alejado del ruido, aunque los alisios  soplan  seis meses al año. Es el clima.

Todos los días a la misma hora se sentaba en un butacón, en el porche y se comía un plátano mientras observaba aquel valle, que parecía abrazar su cuerpo maltrecho. Unos diez años atrás había recibido una paliza que la dejó coja y también perdió un ojo. 

Sacramento Méndez consiguió vivir dignamente. En un valle hermoso. Entre el presente y el pasado. 


¿Quiere usted café Doña Sacramento?.


Sacramento Méndez no contestó, se durmió. 


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