No hay una prisa
que agite el corazón.
No hay ramas impertinentes,
abofeteando mi rostro.
Desde el otro lado
soy alma desnuda,
libre...
Soy ambigua, soy así,
mientras, yo, con mis dedos,
recorro su boca, (persuasiva)
Y se viene un aliento, vivo.
Es como hubiera querido,
como no pasó, nada.
...............................................
---------------,,,,,,,,,,,,,,,,..............
Me disculpé por ociosa.
Y salí ahí al enjambre,
de pasos, y pasos.
La ociosidad no perdona,
y lo sé...
No hay comentarios:
Publicar un comentario