Llevo puesto un muerto
en mi espalda,
Ay, que pena me da el
muertecito.
Y que a estas alturas
no sepa cómo soy,
lo que no me gusta
y lo que me agrada.
Pero ay, señor qué pena, penita
me da el muertecito,
Y se pone guapo cada día
para que yo lo vea,
y lo sienta
A veces oigo cómo llora
llora penas, penas y penitas.
Si él supiera cómo soy,
lo que no me gusta y lo que sí.
Te llevo años en mi espalda,
ni pesas ni nada.
Muertecito de mi corazón
Si es que hasta te quiero,
te adoro.
Loca soy de remate,
ando descalza
con el rostro manchado,
de todo.
De tugurios mi cuerpo supo,
de amores, de penas,
y adioses.
Hasta en la playa
borracha te dije: te deseo.
Muertecito mío yo quiero,
que esperes
pa cuando yo llegue.
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