Ese constante querer
que no se apague el fuego
pero se ha ido, solo cenizas.
Alguien arrojó una fuente,
por no seguir el tormento
de las llamas,(ardiendo en el pecho).
Ese constante querer
por mantener algo que no hubo
pero se ha ido, solo cenizas.
Yo arrojé una fuente
por no seguir el tormento.
Despido mis versos
que son enjambres que duelen,
como embestidas de abejas y
me despido en una carta
quién sabe si llegará
a su destino
El mio ya está escrito.
"Dijo para siempre".
"Si, para siempre".
La poesía se abre camino constantemente a través de los corazones, y surge en la vida cual flores y espinos,
ResponderEliminara pesar de las tormentas del mundo.
Un abrazo.
Gracias Amapola.
ResponderEliminarBesos,
La poesía como epitafio de una pasión.
ResponderEliminarCierto...
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