Hoy, aún a sabiendas de una ausencia
soportar, como en la tierra donde lucha
un gladiador muerdo mis labios,
por saber que en el otro lado del
mundo, en otra estación se halla
lo que mi alma, en el profundo silencio
te nombra, una y otra vez.
Habrá un lugar en el que algún día
pueda dejar de ser yo, y desde esta
magistral torre de oro vestida,
volverte a ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario