Parecía un capo de la mafia rusa. El color de los ojos era un verde esmeralda, pero en realidad llevaba lentillas.
"Mañana te reconoceré por eso", eso dijo y decía siempre, y cada vez que las lentillas esmeraldas se depositaban como decoración.
Cabía la posibilidad de que "esa mañana te reconoceré por eso", no fuese así; porque Pau no siempre usaba lentillas de color. Porque ese día señalado iría sin ellas; de modo que sus ojos eran de color negro, negro azabache, o negro como la pez.
¿Pero era realmente un capo de la mafia rusa?.
Claro que no, no era eso, era el profesor Pau.
Además llevaba una gafas para la miopía.
Todo no era más que una puesta en escena por ambos. Como si realmente escribieran el guion de una película.
Es cierto que conocían bien a la mafia rusa; pero de ahí a serlo se extiende un abismo, un profundo abismo.
Tengo que preparar las clases, como bien sabes soy profesor,(una sonrisa cómplice).
Claro, entonces nos vemos sobre las ocho en la cafetería Santo pecado, como habíamos acordado.
Tendré que contar las campanadas, por aquello de mi despiste.
Si, claro, pero no te preocupes ya estoy yo pendiente y me adelanto un buen rato antes.
¿Contamos con ello?
Si.
Todo saldrá bien. Armenio y tú saben hacer bien las cosas....
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