miércoles, 8 de septiembre de 2021

Susurros, y un sin fin de palomas.

 

O  tal vez entre ese oasis,

marmóreos susurros de búhos que postrados se quedan.

Donde hubo un lago azul perpetrado de garras mayestáticas,

el tornado se ha tomado de la mano lo prestado.

¡A la carga navíos!, id a lo robado, lo mancillado.

Como púrpura tarde lo cometido es errado.




Un sin fin de palomas que pican el desgastado umbral,

unas ciegas, otras, sordas. Un relámpago tintinea 

un puñado de campanillas.

El gran mundo verde se ha vuelto a secar: 

veredas, montañas, una dama negra,

leña sin fuego que arda al ocaso de la tarde.

Postrada con mis manos a lo largo de este 

continente mío,

como un gran gorila enfurecido, me resisto al 

desparecer de las palabras.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ballade pour Sophie

Ballade pour Sophie

Se habían despedido el mismo día en que se encontraron, solo que, ninguno de ellos lo sabría hasta pasado unos años, en que, l...