El sol había salido en la primera hora del alba.Un día de verano.
El bulevar sin pisadas. Alguien limpia la avenida de palmeras, se escucha el frus, frus, de la rama.
Alguien abrió el gran ventanal labrado. Una ligera brisa se coló y besó su frente.
La noche silenciosa había transcurrido: de vez, en cuando, una respiración agitada, otras, muy pausadas.
Un pañuelo refresca el rostro. Una mano acaricia. Un beso, y otro, suave, como el suave aleteo del ave vespertina oteando el mar.
Fue una caricia, sin duda...
ResponderEliminarUn abrazo.
Si.
ResponderEliminarAbrazos
un momento mágico amiga, muy bonito. Besitos y buen día.
ResponderEliminarBesitos y muchos para ti también!
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