Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

jueves, 10 de diciembre de 2020

Sentir

 


A caer la tarde del patio la silla se ocupaba plácidamente. Manos que bordan crestas de pequeñas olas en las sábanas. 

Del parral las uvas en racimo adornan. Los mirlos acuden.

Del silencio brota un leve oscilar del arrullo que con el pié balancea una cunita... 


Aquí gladiolos, allá jacintos...

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