miércoles, 23 de diciembre de 2020

MAR DE NUBES

 


  Son sábanas que se alzan por la brisa. Ahora casi tocan el cielo, ahora acarician las piernas de Inés (Dijo el niño del pelo ensortijado mientras devoraba una manzana).

Hileras de sábanas blancas detrás de la casa. Ahora sale el sol, volvió a decir.


Aunque con una acritud claramente expresada por el modo en que se comportaba, tenía el beneplácito de los dueños de la casa. 

Inés llevaba en la casa desde que tenía unos dieciocho años. Ya formaba parte de la familia. Era una hija más. 

Carlos, el primogénito se había mudado a Portland. Iba para ocho años trabajando y recorriendo la ciudad. Las personas se mudan de hogar, suelen hacerlo: sea por buscar una vida mejor, sea por cambiar de aires.

Casi siempre se quedan. Luego mueren en el mismo sitio. Sus descendientes quizás hagan lo mismo, o tal vez vuelvan a sus orígenes, por aquello de conocer aquella tierra que un día se dejó atrás, olvidada. 

Probablemente volverían y la casa permanecería en pie. Las sábanas seguirían ondeando al viento. O, por ende, todo habría desaparecido.

Un centro comercial había desplazado aquel hogar. Lleno de personas entrando y saliendo. Con cestas de mimbres repletas de verduras, frutas. Con regalos empaquetados. 



El destello de un rayo omnipotente penetró en la casa. El olor a café se coló  por las habitaciones. Inés corrió descalza para recoger las sábanas, porque una tímida lluvia empezaba a derramarse.

La tierra mojada perfuma el entorno. 

Lirios por todas partes, aquí en la cocina, allá en los dormitorios. En la sala, en la terraza. Alguien se ocupaba que siempre hubiesen lirios.

El niño cogió de la mano a Inés. Se fueron montaña arriba. La vista impresionante del volcán. El mar de nubes. Ellos, tan felices. 

 





6 comentarios:

  1. Magia, luz, color, amor en estos días de Navidad y para todos los días del año.

    Te deseo una Feliz Navidad y que todos tus proyectos se cumplan en el 2021.

    Besos enormes.

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  2. Entre aquellas nubes moran escondidos los recuerdos...

    Un abrazo, Feliz Navidad.

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  3. Me dan ganas de irme a vivir a muchos de tus textos.


    Besos.

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