domingo, 6 de diciembre de 2020

ENCUENTROS



De aquel suspiro en el asomo

del balaustre. Sólo queda el humo.


Como si fuera real lo invisible de su piel,

que con un leve roce en la mía,

el oscuro día se vuelve luz.


Tan hermoso es su rostro

fruncido el ceño

más lo quiero aún.


Cae la tarde tan tarde 

y tan corta,

de sus labios un recuerdo

moja los míos.






4 comentarios:

  1. Dicen que el recuerdo y el amor son imborrables, además algunas veces suelen viajar paralelos.
    Nos pasa a muchos María. Un buen poema, te envío un abrazo

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  2. De aquel suspiro quede el humo y ahora también el poema.

    Besos.

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