Sorber un vino rojo y mantenerlo entre los labios y dejar que recorra la lengua, y dejar que bese el cielo de la boca, es igual que una leve caricia entre dos amantes; un chispeante recorrido entre la lluvia en otoño; es admitir esa sensación de placer, que, aunque efímero, deja un instante explosivo, diría yo: un explosivo sueño de amor.
Blog de María Gladys Estévez. Si supiera dónde se encuentra la verdad tendría otro comportamiento. No entiendo este modo de vivir.
Aplausos
Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.
María Gladys Estévez.
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Ballade pour Sophie
Ballade pour Sophie
Se habían despedido el mismo día en que se encontraron, solo que, ninguno de ellos lo sabría hasta pasado unos años, en que, l...
Estoy completamente de acuerdo. Incluso pienso que todos los "regalos" deberían hacerse con vino.
ResponderEliminar.
Buena semana… Saludos cordiales.
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Pensamientos poéticos y ensoñaciones
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Gracias.
Eliminarsaludos cordiales.
El vino y el amor se entienden muy bien.
ResponderEliminarBesos.
Puede ser, si.
EliminarBss.