Pasear entre las páginas de un libro, un libro de cuentos: caminos aquí y allá.
Entre caramelos de café se había envuelto, como cuando una mano hubiera acariciado.
Ahora una hermosa higuera, ahora un tornado de estorninos. Una nube gandula sonríe.
A la izquierda juegan unos niños, cada uno con su cometa, la brisa es propicia.
Un ejército de hormigas desfila en el borde filoso, quizás algún trozo de pan de la merienda, quizás, entre líneas, e imágenes fosforescentes. ¡Qué revuelo!
Chocolates, duraznos, fresas, en aquella otra esquina ¡Qué bonito!
Aquí es donde se pliega el papel : un castillo azul, un puente, malvaviscos,¡ esponjita!
Arboledas. Un río pequeño que fluye, con sus peces y todo,¡ si hasta parecen de verdad!
Huele a cotufas. Un mastín ríe a carcajadas. Un búho duerme. Aquella carpa habla mientras recorre las aguas, algo sabrá, algo querrá decir.
Hay dos percheros. Son de la ropa de la bruja, es muy ordenada. La escoba, justo allí, en la parte derecha de una página, la siguiente página. ¿Cencerros?, si, lo llevan aquellos corderos, pero el perro guardián les ha desprovisto de ellos, porque los corderos deben ser libres, muy libres.
¿Falta una página? Si, pero mañana, ahora sale la luna. Hay una luna grande.
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