Hubiera escogido un precioso ramos de lirios, o quizás hubiera sido un gran abanico de rosas rojas y amarillas igual que el color de los rayos incipientes del sol al amanecer. Todo eso hubiera sido algo espléndido; algo muy importante para ella, si, eso debió de ser. Tendría una vivienda propia y un jardín para tender igual que una abundante colada, miles de flores silvestres y serían una gran alfombra.Quizás soñó con un largo viaje alrededor del mundo; o hubiera recogido algunas lágrimas y las hubiera rociado con incienso; y hubiera arropado esas lágrimas, pero no fue de esa manera. Todo sucedió tal y como ella quiso, tal y como se recorre un desierto lleno de espinas; de tierra hambrienta de lluvia; de un cielo oculto; gris; sin nubes. Eso fue lo que en realidad escogió y quizás hubiera llegado a tiempo esa cálida lluvia, y ese cielo azul hubiera desplegado sus colores como despliegan sus alas las mariposas...,
Cada día podemos escoger, no todo, pero si lo primordial.
ResponderEliminar(yo también quiero un jardín para tender!)
Besitosss
Besitos bella amiga...
ResponderEliminarSi...
ResponderEliminarBesos.
Gracias...
EliminarBesos.
Hay personas que pudiendo vivir entre flores, eligen la tierra árida,desiertos de espinas, cielos grises...Tal vez para compartir la vida dura de otras gentes, o tal vez para entender lo que es importante en la vida y no distraerse en jardines de flores que siempre se marchitan.
ResponderEliminarHay gente que tiene sus razones para elegir la tierra seca; razones que no podemos comprender.
Un dilema en la vida de las personas, digno de una profunda reflexión.
Un abrazo.
Gracias por tu extenso y bello comentario, Fanny..
EliminarEres un encanto.
Un abrazo.
Me gusta esa frase final donde se despliega "las alas de mariposa" tu protagonista.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias siempre, Rafael...
ResponderEliminarUn abrazo
Me hizo acordar tu texto, de un cuento de Juan Rulfo, la tierra que nos dieron...árida y desértica. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarDesierta y mucho...
EliminarAbrazos Carlos.