Casi siempre hay algún silbato que avisa: El de la tetera; el del policía de esa avenida organizando el tráfico; el silbato del maestro para ordenar la fila de chiquillos. Lo que en realidad queremos en muchas ocasiones es que deje de sonar para no tener que despertar; porque durante el sueño nada tiene que pasar, nada ha de organizarse.
Tú té de las cinco es precioso, te invito al mío que no es tan poético como el tuyo, pero no está mal.
ResponderEliminarGracias Tracy,. Asistiré a tu bella invitación...
EliminarEs cierto lo que dices y solemos vivir muy pendiente de la hora.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Así es Rafael...
EliminarUn abrazo al amanecer.
Sí, sólo soñar.
ResponderEliminarBesos.
Si...
EliminarBesos para ti Amapola Azzul.
Silbatos, órdenes, normas...
ResponderEliminarTodos en fila toda la vida.
Y sin rechistar.
Besos.
Justo eso pensaba, Toro...
EliminarBesos.