Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

jueves, 27 de febrero de 2014

En algún lugar

Pegar la oreja a la almohada y querer oír las pisadas y los ecos de otros años, además de al mismo tiempo, querer sentir el presente, todo ello fusionando ambos tiempos; como si no hubiera sido el pasado, pasado, ni el presente, presente. Y cuando se consigue todo ello, resulta algo que no diría maravilloso, pero si algo verdadero, algo que se puede casi tocar, vivir; es como otra realidad, si es que hay algo real, si es que hay tiempo en el tiempo. Pero la realidad es real, si seguimos con la oreja pegada a la almohada, si podemos sentir todos los latidos y una fina línea de contenidos atravesara todo nuestro interior dando giros hasta llegar muy adentro. Llegan las lenguas de las olas; las pequeñas voces; pero también regresan las tribulaciones de otros momentos, que se despeñaron por un profundo precipicio, y, aunque formen parte del fusionado, no dejan de ser latidos incoherentes que se prendieron igual que los alfileres para confeccionar una prenda de fino paño negro o azul. - ¿Señora?,¿ toma algo?..Si, gracias...Los aullidos de los alisios también fueron y son parte de esas sensaciones, de esos latidos cuando se regresa al pasado. Lo mejor de ello es poder seguir todo el tiempo que se pueda, ahí recostados y sintiendo vibrar un páramo entero.

14 comentarios:

  1. Lo he vivido...y la almohada es otro latido. UN abrazo. Carlos

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  2. Nunca se me hubiera ocurrido poner la oreja sobre la almohada para escuchar el pasado, tal vez esta noche lo haga, justo hoy que pienso en mis raíces.

    Saludos

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  3. Cuantas veces ! Lo he experimentado muchas veces....y los recuerdos me traen mucha nostalgia...Muy buen texto amiga. Te has ganado un premio en mi blog! Te lo mereces mucho. Un abrazo!

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  4. "...En algún lugar quedó un latido prendido de tus ojos..."
    Un abrazo en la noche.

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  5. Hermoso y la última frase para enmarcar. Beso y abrazo

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  6. Y cuando se vuelve a la realidad qué?

    Un horror.

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  7. Me encantan estas pequeñas lecturas cargadas con la esencia de quien sabe plasmarla...

    Realidad sí hay, aunque el tiempo es reltivo.

    Loa alisios del ayer han llegado hoy hasta mí, a través de ese páramo llamado recuerdo.

    Un abrazo María.

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