No son los recuerdos, ni los zapatos más bonitos que siempre hemos deseado tener; es el amanecer de un nuevo día, y esa decisión que hayamos escogido, lo que nos lleva a permanecer más o menos distantes de un final que siempre aguarda...
Cuánta razón llevas, María. Todos los días amanece y depende de nosotros cómo queramos que transcurra, aunque no hay que olvidar las circunstancias que escapan a nuestro control; pero ahí también es importante nuestra actitud. Buen trabajo, como siempre. Besos
Así es, María, muy buena descripción, como siempre.
ResponderEliminar¡Besos!
Gracias, Lu.
ResponderEliminarBesos de vuelta para ti.
Aunque de algún modo al final se lo intuye......
ResponderEliminarSeguramente, Lao...
Eliminarhasta incluso poder cambiarse
ResponderEliminarUn placer tu visita , Noel...
EliminarOjalá sea el amanecer de un nuevo día, como dice tu protagonista.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Rafael, por pasar a mi rincón
EliminarUn abrazo.
El sol lo mueve todo, un beso.
ResponderEliminarGracias Amapola Azzul..
EliminarUn beso.
El final no me preocupa.
ResponderEliminarEl camino hasta el final, si.
Besos.
Besos de vuelta para ti Toro...
EliminarTú eres (YO SOY) ese final que siempre aguarda...
ResponderEliminarEn medio eso que llamamos vida, o mundo, o sueños...
Un abrazo María.
Gracias Ernesto, otro abrazo
EliminarCuánta razón llevas, María. Todos los días amanece y depende de nosotros cómo queramos que transcurra, aunque no hay que olvidar las circunstancias que escapan a nuestro control; pero ahí también es importante nuestra actitud.
ResponderEliminarBuen trabajo, como siempre.
Besos
Gracias por tu comentario, María José.
EliminarBesos.
...tú y tus ciscunstancias, eso eres, eso somos.
ResponderEliminarUn saludo
JM
Gracias Juan...
EliminarSaludos.
Tu eres tan temido y a la vez esperado
ResponderEliminarGracias por visitar mi blog...
ResponderEliminarEl 'final countdown' de la NASA no es 'zero' ni 'ought', es 'ignition'.
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