Ella habla conmigo, sin embargo no entendemos bien la coversación de ambas.
Repite dos o tres veces , que el arroz con pollo y pimientos quedará sabroso, que cuando llegara la hora de la comida, todos acudirían y ella se sentiría orgullosa por ello. Pero yo, sabía perfectamente que a ella lo que le hubiera gustado es que le dijeran que estaba bonita con su nuevo color de pelo, o que la sopa de letras había quedado perfectamente realizada. Aquí ha quedado una mota de polvo- dice. Y yo asiento y vuelvo a pasar la mopa, disciplinada, igual que cuando era una niña. Sus negros ojos brillan cuando la luz entra por el ventanal de la cocina y yo sonrío porque la veo igual que cuando necesitaba de sus besos, de sus arrumacos:Desparece la sopa de letras en la mesa; desaparece la cocina eléctrica; desparece el gran ventanal de la cocina, mejor ahora, me digo, y no dejo de mirarla, es como si sostuviera en mis manos un libro, y las páginas en vez de avanzar, retrocedieran, y, estamos juntas, en una pequeña cocina, con una pequeña lumbre, una plancha de hierro pendiente de la fogata para las camisas blancas de papá; y ella, con una sonrisa, y unos jóvenes ojos negros me consuela: Sana, sana,sanita...y yo, beso su cuello moreno, y duermo, confiada, en su pecho...,
Repite dos o tres veces , que el arroz con pollo y pimientos quedará sabroso, que cuando llegara la hora de la comida, todos acudirían y ella se sentiría orgullosa por ello. Pero yo, sabía perfectamente que a ella lo que le hubiera gustado es que le dijeran que estaba bonita con su nuevo color de pelo, o que la sopa de letras había quedado perfectamente realizada. Aquí ha quedado una mota de polvo- dice. Y yo asiento y vuelvo a pasar la mopa, disciplinada, igual que cuando era una niña. Sus negros ojos brillan cuando la luz entra por el ventanal de la cocina y yo sonrío porque la veo igual que cuando necesitaba de sus besos, de sus arrumacos:Desparece la sopa de letras en la mesa; desaparece la cocina eléctrica; desparece el gran ventanal de la cocina, mejor ahora, me digo, y no dejo de mirarla, es como si sostuviera en mis manos un libro, y las páginas en vez de avanzar, retrocedieran, y, estamos juntas, en una pequeña cocina, con una pequeña lumbre, una plancha de hierro pendiente de la fogata para las camisas blancas de papá; y ella, con una sonrisa, y unos jóvenes ojos negros me consuela: Sana, sana,sanita...y yo, beso su cuello moreno, y duermo, confiada, en su pecho...,
Cada vez que te leo me transportas al mundo de los sentimientos.
ResponderEliminarMe alegro Tracy..
EliminarAbrazos
Un placer leerte María, tan dulce y delicada, y tan profunda a la vez...
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Ernesto, eres muy amable..
EliminarUn abrazo.
Parece como si está cenefa estuviera descosida de otra que nos has dejado recientemente...
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Podría ser, Rafael...
EliminarAbrazo en la noche
La nostalgia es uno de los temas líricos que fatigas con acierto. SE intuye una mujer moreno-diríase de color-que no sólo fueron estupendas cocineras, sino también ayas, y se engarzaron en nuestro corazón, por el afecto que nos brindaban. Garto leerte. Carlos
ResponderEliminarGracias siempre Carlos,
EliminarUn beso..
Te envidio esa facilidad que tienen en recrear tan fotográficamente esas vivencias de pasado. Cada vez que te leo me llevas al recuerdo de mi madre y mis propias vivencias.
ResponderEliminarMe alegro mucho Marco, y muchas gracias..
EliminarCuando estábamos seguros...
ResponderEliminarSi...
Eliminarte comento los dos relatos desde aquí,tus recuerdos,tu nostalgia,tus letras están llenas de tantas cosas,están tan vivas,que es imposible quedar indiferentes,es como cuando paseas por la ciudad y no ves los escaparates ,ni la gente que te rodea si no que vas imaginando como fueron las vidas que pasearon por esas mismas calles,como fueron los juegos de los niños que las pisaron,de pronto las aceras se llenan de sombras del pasado,de pronto tus letras se llenan de vida.
ResponderEliminarabracitos
Te he leído y me entiendes...
EliminarAbracitos, Ramón y muchas gracias
Bellísimos recuerdos de una madre que siempre recordaremos por su amor y esa seguridad que nos brindó.
ResponderEliminarPrecioso relato, amiga.
Muchos abrazos.
Qué bien que te haya gustado, amiga ...
EliminarTe envío muchos abrazos de vuelta.