Cada cual dirige sus pasos a lo que piensa que será su lugar y la felicidad, y encontrarse con gente de su misma clase, pero ninguno realmente sabe que sólo hay una dirección, sólo una felicidad y muchas clases de gente, y ésto es tal real como un bosque de laurisilva regado por la lluvia; tan cierto como el llanto de un niño cuando viene al mundo y sus pulmones se estrenan con el primer soplo de vida.
A veces tan solo dirigimos nuestros pasos, uno detrás de otro, sin saber a donde, por pura inercia.
ResponderEliminarBesos María
Besos para ti también, Jaal
EliminarEs que las personas tenemos mucho mas en común de lo que creemos y estamos mucho mas cerca de lo que pensamos....
ResponderEliminarAsí es, Lao...
EliminarUna reflexión a caballo entre la poesía y la realidad que nos quieres enseñar, lo he vuelto a leer y me gusta aún más.
ResponderEliminarbesos
Me alegra que te haya gustado, Asun..
EliminarBesos para ti también.
Profundo sentido les das hoy a las palabras María. O es sencillamente que señalas lo único que hay... ¡Ese caminar!. Tan cierto como el llanto de un niño...
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Ernesto, eres muy generoso.
EliminarUn abrazo.
Qué bella reflexión, María. Hay muchas formas de transmitir esta realidad, pero la tuya me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazooo
Me alegra que te haya gustado, Petra.
EliminarOtro abrazo enorme para ti.
Así es el tiempo que comienza en la conciencia con la primera luz.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Gracias, Rafael...
EliminarOtro abrazo en el día.
Cuando vas a un pueblo de otro país, casi todas las caras nos parecen iguales. Eso le pasa a un bebé, pero él diferencia rápidamente de con quién interesa estar cerca o alejarse. Se puede saber de mayor, pero has de tener bien claro lo que quieres, con corazón y mente.
ResponderEliminarUn sentido, dos direcciones.
Gracias bixen, por pasar y comentar...
EliminarUn abrazo.
A la felicidad jamás la atrapé.
ResponderEliminarLa dirección desgraciadamente sé cual es.
Te abrazo, Toro...
EliminarUna sabia reflexión, María.
ResponderEliminarBesos
Gracias, María José...
EliminarBesos.
Bonita reflexión, muchos rumbos y un sólo derrotero. Poético.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Beto.. eres muy amable.
EliminarSaludos.
Todos caemos aunque creamos que vamos hacia donde queremos. Supongo que nos gusta pensar que dominamos nuestras vidas, y eso hace que no nos rindamos. Gracias por hacerme reflexionar.
ResponderEliminarUn saludo
JM
Gracias a ti, Juan...
ResponderEliminarSaludos.
Somos bastante ignorantes en lo que respecta a muchas actitudes equivocadas que tomamos en la vida. Así y todo, tropezamos de nuevo y nos herimos, pero al cicatrizar las heridas, si queremos, procuramos no lacerarnos más.
ResponderEliminarGracias por tu aportación y por tu visita.
Gracias por tu bello comentario, Armando..
EliminarUn abrazo,
No todos podemos ser iguales y sin embargo de alguna forma lo somos.
ResponderEliminarAunque creo que el camino es personal.
Cariños
Cariños de vuelta para ti también ...
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