martes, 25 de febrero de 2014

Horas de ensueño

Renglón tras renglón desaparecen las palabras que, momentos  antes se hallaban llenas de vitalidad; ahora son invisibles a los ojos, invisibles en el folio; sin embargo habrá otro momento, otro lugar; otra hora, en que el verso fluya igual que un río repleto de peces.A veces sueño y mi sueño puede ser tan real, que no deseo  despertar; lo malo de ello, es que difícilmente se puede volver, o no se quiere volver.¿Serán esos versos, pequeños duendes traviesos, que  arrebatan en sus sacos de lino todas las letras para hacerlas huir   a mi sueño?.

12 comentarios:

  1. Perdona Maria,amiga,a pesar que el visitar tus letras se ha convertido para mi en una necesidad,porque me relaja,me hace soñar,me llena de calma,ando en una vorágine de preparaciones,entrevistas, que me impide el pararme a hacer cosas que habitualmente me agradan,pero bueno,es momentáneo ademas estoy disfrutando con ello,pasado mañana es un día muy especial para mi,espero que mis paisanos me acompañen en la presentacion del libro y que todo resulte como lo he soñado,después llegará la calma,pero ¿sabes? me habría gustado contar con tu presencia,bueno,quizá algún día lleguemos a conocernos,abracitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me gustaría mucho conocerte, Ramón.
      Te deseo muchos éxitos en la presentación del libro,(ya me contarás)
      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Es posible que así sea, (le respondería a tu protagonista...)
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Los duende son muy traviesos, pero tú no les debes dejar que se lleven tus versos, tus letras, porque no sólo perderías tú, también los que te leemos. Así que ¡ahuyéntalos!
    Un abarzo

    ResponderEliminar
  4. Dicen que no existen las musas, que has de ponerte delante de la maquina y escribir. Como yo no tengo esa facilidad, si creo, pues hay días que en mi caso encuentro mas fácil hasta la rima, y otros días imposible escribir dos renglones coherentes.

    ResponderEliminar

Ballade pour Sophie

Ballade pour Sophie

Se habían despedido el mismo día en que se encontraron, solo que, ninguno de ellos lo sabría hasta pasado unos años, en que, l...