Es corto el recorrido para llegar
a la cocina que no tiene puerta. La
tostadora de café endulza el hogar y los granos dan vueltas en círculo de
izquierda a derecha o viceversa; y los
cristales ahumados son igual que los
ojos de abuela, que a éstas alturas no
tienen ganas de ver el mundo. A menudo la veo inclinada inhalando las pequeñas
chimeneas que escapan del café trasudado. Tomy, recibe una pisoteada y sale
huyendo escaleras arriba donde los geranios. Se acerca el invierno y una fila
de hormigas recorre la pared de losa verde, y ya en suelo se apropian de las
migas de pan de los bocadillos de la merienda, en el techo, brillan pequeños
farolillos producidos por la reverberación del sol en las cubetas de agua
cristalina, afuera, en el patio. Las esmeraldas
de sus ojos me miran sonrientes y al mismo tiempo alarga la mano para ofrecerme un vaso de leche
tibia, en ese momento somos cómplices, las dos. La despensa lleva un vestido de cuadros azules
que termina en una puntilla bordada, dentro, el perfume de unas naranjas y de las
guayabas acrecienta todos los olfatos.
El molinillo de café tritura los
granos y es un ronroneo agradable lleno
de romanticismo, ella vuelve a sonreír, ésta vez, sola.
En la mecedora de nogal se queda
dormida, y regresa a tantos caminos recorridos, tantas noches de besos, y
muchos días de lágrimas; desvelos y resignación.
Me encanta cuando el olor del café me trae hasta tu rinconcito, escritora sensible.
ResponderEliminarBesitos
ahh.. gracias linda amiga...
EliminarBesitos
La abuela ya lo ha visto todo.
ResponderEliminarAhora necesita paz.
Besos.
Seguramente...
EliminarBeso.
gracias,debido a la operación no tengo apenas olfato,pero tu relato ha despertado en mi ,olores de la infancia,y como no,aún me parece ver la cenefa adornando los estantes de la despensa,entrañable,evocador,hoy tus letras saben a madre,a pan con chocolate,a besos en la frente.
ResponderEliminarabracitos
Qué lindo comentario , Ramón. Me alegra mucho que te haya gustado
EliminarAbracitos
Ecos y reminiscencias de recuerdos cercanos o lejanos, pero latentes en el corazón.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Rafael
EliminarUn abrazo.
Bellamente sinestésico. La imagen de la tostadora de café, me reporta a esas mañana, apenas un niño, cuando mi mamá, se levantaba en eso de las seis de la mañana, a preparar el café para el desayuno, y su aroma envolvía a la casa de un patio grande, de amplios corredores. Hoy, la casa, que aún se mantiene en su forma original, a pesar de los constructores, me parece pequeña, pero qué importa, si el que alimenta es el recuerdo. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarGracias por tu descripción y por contar tu historia...
EliminarUn abrazo.
Hola, qué bonito describes los pasajes, los olores, todo en su justa medida nos atrae a través de tus letras. Me gusta como transmites sentimientos incluso a través del café y nos haces transitar por los caminos recorridos de la protagonista.
ResponderEliminarMe gusta
un beso
Rosa.
Gracias,.Rosa me alegro que te haya gustado
EliminarUn besito
El olor a café es tan reconfortante que nos arropas con el aroma y con las imágenes. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, de veras...
EliminarUn abrazo
Infinitas gracias querida y admirada poetisa por concedernos el privilegio de ser testigos de la belleza de tus letras vestidas de aromas , recuerdos, luchas y melancolía. Miles de besinos de esta amiga que te desea con inmenso cariño feliz inicio de semana.
ResponderEliminarGracias amiga, siempre tan amable
ResponderEliminarAbrazos y feliz inicio de semana también
Colores, sonidos, aromas. Todo se irá (el tiempo aprovecha la ausencia de puertas), todo. Quizá también el recuerdo de la abuela.
ResponderEliminarO no. Voy a prepararme café.
Abrazos siempre.
Abrazos siempre, Amando...
EliminarMe ha encantado leerte, un beso.
ResponderEliminarTienes un don.
:)
feliz semana. Un abrazo.
Gracias, Amapola
Eliminar:) Feliz semana igualmente
Aniagua, recuerdos, nostalgias impregnados del suave aroma a café que avanza por el relato humeante. Y edifica una atmósfera en apariencia apacible pero intensa y emotiva dentro, en los posos ocultos del café.
ResponderEliminarUn placer degustar esta tarde una taza en tu espacio
Gracias, Felicidad es un honor tu visita y comentario...
EliminarUn abrazo