domingo, 27 de octubre de 2013

Agua de lilas

Recorre las baldosas amarillas con ardornos; tic tac dice un reloj de un ojo enorme y un péndulo que se balancea  igual que un columpio. Una trenza negra se acomoda y recorre la piel morena y besa la cintura y ella ríe porque falta poco para llegar al último trecho, porque está él, inmortal con un rostro sepia, con una sonrisa que parece un piélago...

22 comentarios:

  1. En suspenso queda la acción con colores y gestos de un pasado presente.
    Inquietante micro que recorre ese suelo y ese tiempo tan adjetivamente descrito.
    Besos de gofio.

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  2. Nos dejas no unos párrafos sino un bello acorde. Un beso

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  3. Parece una sombra que se desliza por el suelo.
    Un abrazo.

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  4. Hermoso verso interpretado con delicadeza y magestria. Me ha encantado.
    Primera vez por tu blog, muy bonito. Saludos desde EEUU.

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    1. Pues muchas gracias, Noris, muy amable
      Saludos desde Tenerife- Canarias

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  5. Me gusta que sonría.
    Eso es que todo va bien.

    Besos.

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  6. Atmósfera expresionista recreada a brochazos, sugerente...
    Abrazos, siempre

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  7. Hola Aniagua... me pregunto si no estamos ante un micro metaliterario, de esos donde el lector necesita, para concluir la escena, conocer la obra original...
    Un abrazo.

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    1. Pues podría ser así Fernando. En realidad yo estoy ahí.
      Gracias por tu visita.
      Un abrazo

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  8. Sugerente relato no sólo por la historia que cuenta y deja abierta, sino por el juego de colores para llevarnos del presente al pasado.
    Un abrazo

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  9. Presente con nostalgia sepias!!!!!
    Bello leerte

    Cariños

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  10. Hola, Aniagua.

    Cierro los ojos y soy capaz de imaginar la escena...
    Felicidades.

    Un abrazo y un beso.

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