Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

viernes, 7 de marzo de 2014

Llover dentro

El que haya un par de zapatos al lado de los pedales del piano; y un ropero de vestidos; una sopa de verduras cociéndose, y todo parezca un cálido hogar no siempre es cierto. Se puede sentir en éste caso el frío de una calle de adoquines regada de esa lluvia fina, que cae sobre nuestras cabezas, aún debajo de un techo más o menos adornado.

8 comentarios:

  1. Por supuesto que sí, y además seguira lloviendo.
    Un abrazo en la noche.

    Pd. Estás dejando comentarios en el Blog de "Susurros Barquereños", en trabajos que no son míos y sí de otros compañeros, a pesar de que sea yo el que los sube. Lo digo por si no te habías dado cuenta y para que ellos, los amigos del Taller de Escritura de San Vicente de la Barquera, tengan el reconocimiento y mérito que les corresponde. Gracias.

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  2. Claro.
    El hogar puede ser un decorado.

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  3. Querida Maria que disfrutes este Dia dela Mujer, plenamente

    Cariños

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  4. Las apariencias pueden engañar, por eso todo es cierto e incierto en un hogar.

    Feliz domingo.

    Un beso.

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