sábado, 15 de marzo de 2014

Dulces de anís




La hubiera tomado de la mano otra vez, ella, con uno de sus bolsillos repletos de anís dulce; si no hubiera desaparecido el camino, si aún la larga tajea y las huertas a ambos lados existieran. Los ramos de culandrillo; las espigas de trigo; la charca, todo se sumergió bajo tierra con una gran palada. 

12 comentarios:

  1. Gracias por tus letras y por dejar entre ellas una que me recordó tiempos no lejanos en que la descubrí en unos pergaminos del siglo XIX y tuve que ir al diccionario a buscar el significado: "·tajea"
    Un abrazo y feliz domingo.

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    1. Gracias a ti por pasar y comentar, Rafael.
      Abrazos y feliz domingo igualmente.

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  2. Con cariño te deseo buenisimos momentos en el fin de semana!!!!

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  3. Dulce de anís... Me encanta esta entrada, como todo lo que escribes. Gracias por compartir tus letras. Un beso

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  4. ¡Cuántas cosas quedan sepultadas con un solo gesto!...Es un escrito evocador de gente y paisajes queridos.

    Oye, ¿qué es el "culandrillo"?. Yo conozco un helecho llamado "culantrillo", de frondas muy delicadas que se cría en bordes de lagos,manantiales y sitios donde hay mucha agua. No sé si te referirás al mismo.

    Un abrazo.

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  5. Pues aquí en Canarias decimos culandrillo a esos h elechitos verdes que rodean un bernegal.
    Gracias siempre Fanny
    Abrazos.

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  6. Hace tiempo volví sobre mis pasos...ya la estancia no estaba...era una pedestre fábrica de tornillos. Un abrazo. Carlos

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