No fueron las nubes grises lo que le impidieron ver el sol, probablemente fue la distancia que separaba aquellos años, a los de ahora, concretamente, hoy. Esa burbuja de sueños deseados se había escapado entre sus dedos igual que las pompas de jabón, e irremediablemente inalcanzables una vez que se hubieren disipado. Durante el trayecto las palabras que salieron zumbaban aquí y allá, y rebotaban en las esquinas del auto; ¿Estuvo deliciosa la comida, verdad?...El mar viene con fuerza , es de fondo por la manera en que sus olas arremeten; parecieran anegar primero las altas rocas y adentrarse en la plaza, hasta la Iglesia.-Dijo la mujer-Si, en verdad la comida estuvo bien- Dijo la otra mujer-De pronto la burbuja que Julius había deseado siempre regresó a su cabeza y el recorrido que aún faltaba por llegar se disipó y sus oídos se cerraron hacia dentro; sólo escuchaba aquellas voces, aquellos días en que un mar inmenso, azul, con las gaviotas en el aire picoteando cada pico de cada ola; aquel arrecife que le hubiera gustado descubrir, transparente como un cristal o como un lago limpio de lodo, había anegado todo su interior. ¿Realmente importaba la merienda posterior a la comida?.
Quizás no importaba esa nota final y sí las palabras del alma que se esperaban.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Gracias Rafael, otro abrazo en la madrugada.
EliminarHabía que sentir la voz del mar, el andar de las gaviotas y no prestar la atención a la comida..... el mar estaba hablando con fuerza, inspirando respeto
ResponderEliminarGracias Lao. Un abrazo siempre..
EliminarEsa distancia llena de nubarrones.
ResponderEliminarSi...
ResponderEliminarA la pregunta final, un no como respuestas. Aunque sea un hecho fisiológico imprescidible, no sólo de pan vive el hombre, el alma también ha de nutrirse; y qué mejor manera de hacerlo que con toda esa belleza que describes con tu acostumbrada sensibilidad y buen hacer literario.
ResponderEliminarUn beso, María
Qué halagador comentario el tuyo María José.
ResponderEliminarOtro beso para ti.
Vuelvo uno sobre sus pasos, y se encuentra conque aquellos viejos lugares, tenìan otros encantos, que sòlo ahora se perciben...UN abrazo. carlos
ResponderEliminarGracias de veras ,Carlos
EliminarAbrazos.
ESos viejos lugares sobre los cuales uno veulve, y les encuentra encanto, que nunca vio hogaño...Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarAlgo así es , Carlos..
ResponderEliminarAbrazos