jueves, 30 de enero de 2014

Guisantes y alcachofas

Mientras duró la cena no hice más que mirar los colores que llenaban el cuenco, sonreí porque el tiempo volvió atrás durante esos minutos. Giró  un torbellino en mi cabeza y otra vez estaba ahí la pequeña niña con churretes y cabellos desordenados; castaños, libres de trenzas o tirabuzones. Qué bien poder oler otra vez la hierba que se extendía en todo el prado; brotes con lanzas al cielo, muy verdes. Trigales oteando igual que los soldados haciendo la guardia en los cuarteles próximos a nuestro barrio; qué hermoso poder ver el ramo de perejil que adornaba el rincón del poyo; el potaje preparado en la mesa con mantel de flores y las pequeñas bocas eligiendo qué cucharilla coger; el gran lazo que mi madre llevaba en la parte de atrás de su mandil; a papá cuando llegaba con su chaqueta oliva con cuatro bolsillos. Llegó hasta el olor de la tierra cuando se empapaba de agua cristalina que, caía del cielo arrojada por una diosa que, yo, imaginaba por aquel entonces. Todas las pisadas de mis hermanos recorriendo la casa; abro los ojos y todo ha pasado, el reloj verde con pinceladas amarillas no deja descansar sus manecillas, igual que el tiempo.

30 comentarios:

  1. Algún día tienes que enseñarme alguna foto tuya de chiquita.
    Besitos

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  2. Bonita escena familiar la que nos dejas.
    Un abrazo.

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  3. tu memoria sensitiva refleja tu sensibilidad!!

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  4. El tiempo pasa rápido, pero que lindos esos recuerdos de la niñez y esas imágenes que vuelven.

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  5. Todo ha pasado.
    Si.
    Y muy rápido.
    Demasiado.

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  6. Estos recuerdos nostálgicos reconfortan el alma... Gracias por tus visitas y tus palabras...

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  7. Me encanta el título y, sobre todo, cómo opera el mecanismo de la memoria involuntaria a través de, en este caso, los colores de la cena.
    Un saludo
    JM

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  8. Qué bonita y triste es a la vez la nostalgia, nos devuelve a un tiempo pasado que ya no existe y al cual quisiéramos volver...
    Un beso.

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  9. El paso del tiempo es inexorable, querida María, pero el tiempo de nuestros recuerdos podemos pararlo, avanzar o retroceder a nuestro antojo. En ese tiempo, somos como dioses, y tú nos has transportado a un tiempo al que a más de uno nos encanta regresar.
    Hermoso y emotivo relato.
    Un abrazo y feliz fin de semana

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    1. Muchas gracias María, me alegro que te haya gustado el relato.
      Otro abrazo y feliz fin de semana para ti también.

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  10. El tiempo solo descansa cuando no hay reloj, preciosos tus escritos¡¡¡
    Un beso.

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    1. Gracias Amapola Azzul, me alegra que te haya gustado..
      Un beso.

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  11. Que paseo bello , por el pasado, nos has regalado!!!!

    Cariños

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  12. El tiempo pasa pero no los recuerdos y es bello poder escribirlos con tanto amor.
    Hermosa prosa, María; siempre cautivadora.
    Un abrazo

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  13. Resulta encantador sumergirse en tus letras ,tan llenas de nostalgia,con tantos colores que nos acercan los recuerdos,,gracias María
    abracitos

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  14. El color sepia de la saudade: retrotraer el tiempo, para la memoria de los vegetales, su cocina y la manducación. UN abrazo.

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  15. Que recuerdos tan bellos, gracias

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