Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

viernes, 17 de julio de 2020

Calcetines verdes



La señora Greta se había probado un vestido. Le gustó cómo se veía ante el espejo. Llevaría mitones negros, el pelo recogido, un pequeño bolso, las gafas, y el librito que guardaba desde hacía mucho tiempo (cómo salir de situaciones embarazosas), a la fiesta que, por motivo de su cumpleaños, y en la que unas treinta y cinco personas habrían de asistir, ella misma se encargó de todo. La comida, el postre, las bebidas, y la música. 

Durante la celebración alguien se antojo recitar un poema, o algo parecido, Greta dijo que si.


" Esperaré al invierno

de mis días ...

aquí en medio de la tormenta"

Está ebría, se dijo. Pero le gustó, al fin y al cabo era su fiesta de cumpleaños, y sobre todo le gustó también porque llevaba unos calcetines verdes preciosos, su debilidad.

2 comentarios:

  1. Hola amiga! A mi lo que me gusta de estos relatos cortos es que quedo con deseos de seguir la historia. ¿Cómo habrá terminado la cumpleañera? Bueno quizás hizo un trueque y cambió su libro por los calcetines! jeje Me gusta leerte, besitos!

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