La señora Greta se había probado un vestido. Le gustó cómo se veía ante el espejo. Llevaría mitones negros, el pelo recogido, un pequeño bolso, las gafas, y el librito que guardaba desde hacía mucho tiempo (cómo salir de situaciones embarazosas), a la fiesta que, por motivo de su cumpleaños, y en la que unas treinta y cinco personas habrían de asistir, ella misma se encargó de todo. La comida, el postre, las bebidas, y la música.
Durante la celebración alguien se antojo recitar un poema, o algo parecido, Greta dijo que si.
" Esperaré al invierno
de mis días ...
aquí en medio de la tormenta"
Está ebría, se dijo. Pero le gustó, al fin y al cabo era su fiesta de cumpleaños, y sobre todo le gustó también porque llevaba unos calcetines verdes preciosos, su debilidad.
Hola amiga! A mi lo que me gusta de estos relatos cortos es que quedo con deseos de seguir la historia. ¿Cómo habrá terminado la cumpleañera? Bueno quizás hizo un trueque y cambió su libro por los calcetines! jeje Me gusta leerte, besitos!
ResponderEliminarGracias y muchos besitos de vuelta!
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