Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

viernes, 10 de enero de 2014

De aquellos momentos antes

Todas las prendas adquirían un tono diferente a medida que las horas de la mañana se sucedían, una, detrás de la otra. Las abotonadas camisas blancas, las sábanas con puntillas bordadas, el mantel de la cena. Cada mirlo en una rama, cada gorrión en los picos del sauce. Ella luce perlas cuando sonríe, cuando le ve llegar y los azules ojos de él, vivos, narran una historia, cada día...

18 comentarios:

  1. ...Y la vida se anima y todo cobra color y alegría...
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. ¡que linda descripción Aniagua!!

    ResponderEliminar
  3. Los ojos que nos miran, sean azules o no, siempre narran historias; son un expresivo lenguaje.
    Tan delicada prosa como siempre.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. ¡Cuanta ternura!
    un abrazo María

    ResponderEliminar
  5. Los ojos a veces dicen tantas cosas...
    Un abrazo para ti, feliez semana.

    ResponderEliminar
  6. Me hubiera gustado vivir en un mundo así.

    Pero no.

    ResponderEliminar
  7. Ojalá pudiera sentirse eso cada día...siempre hay cambio,pero no todos podemos verlo siempre hacia mejor...
    Es muy bonito :)

    ResponderEliminar
  8. Bastan unas prendas y sus transformaciones de color, para que sirvan de fondo a ella y él, hechos también colores de felicidad. UN beso. Carlos

    ResponderEliminar

Ballade pour Sophie

Ballade pour Sophie

Se habían despedido el mismo día en que se encontraron, solo que, ninguno de ellos lo sabría hasta pasado unos años, en que, l...