Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

miércoles, 25 de junio de 2014

Donde el nocturno deseo



Y si fuera ella, pensó. Y si fuera ella aquella hermosa envoltura que anida en el cielo con los prados blancos, blancos de nubes blancas..., y si fuera ella...,

Ella ese mar azul con pícaras y juguetonas olas besando la arena negra; ella un navío en alta mar ataviado con grandes velas de seda; ella...., ella..., toda la planicie de estrellas que avivan el cielo cuando duerme el día..., !Oh señor! !Cuan revuelo dentro! !Oh señor...,! Y si fuera ella, pensó. Y si fuera ella cada pico de cada montaña allí donde los altos y brumosos espacios, donde el cóndor con majestuosa presencia aborda con solemnidad aquellos lugares..., Y si fuera ella y si realmente fuera ella, que aún en mis sueños puede desatar ese remolino que se me escapa desde dentro..., !Oh señor!..., Y si fuera ella, pensó: Arbórea; inmaculada; noble y deseada ave; Suma Vestal; diosa del Olimpo. Señora mía, mi señora...,

10 comentarios:

  1. Será que los muertos son otra cosa ahora?

    Besos.

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  2. Tiene un ritmo apasionado este relato tuyo. Me encanta como escribes, ya te lo he dicho? :)
    Besito gran mujer

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  3. Si fuera ella, ya no la dejaría irse sin mi.

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  4. Es cierto María, ¿y si fuera ella...?
    Un abrazo y feliz día.

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    Respuestas
    1. Siempre agradecida Rafael...

      Abrazos y feliz día para ti también

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  5. Y si no fuera ella... que yo no me fuese... y qué haría.

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