Podríamos permitirnos tener la gran satisfacción de lo que significa vivir; pero raras veces comprendemos que vivir es una única y asombrosa experiencia; es igual que admirar un bello lienzo; caminar por aquella vereda repleta de flores y arbustos; de tal modo que todo lo que hubiésemos podido admirar, todo ese inmenso mar azul que despierta en la mañana desperezándose, alzando su velo transparente de verdes sedas sería un regalo; todo eso podría ser perfectamente la gran satisfacción de vivir
La mayor parte de las mañana traen, en su desperezo, cuadros rasgados, aceras sucias de hollín y escupitajos, trapos manchados de grasa y un páramo de soledad y vacío. Pero ahí también anida (o no) la satisfacción de vivir.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Seguramente así será también.
EliminarAbrazos, siempre.
Si.
ResponderEliminarComo experiencia no tiene parangón.
Besos.
Gracias por pasar, Toro...
EliminarBesos.