Tal vez si cada oído de cada lugar se pegara a los árboles, o a la tierra labrada, o escuchara aquella caracola llena de voces de mar; tal vez, al fin, se descubriría que la vida no es sólo tener un buen fondo de armario y, que competir contra corriente es una lucha perdida...
María Estévez.
Yo cada vez escucho mas a los arboles al borde del sendero y compito menos.
ResponderEliminarPrecioso
Gracias querida amiga linda.
EliminarMejor no competir.
ResponderEliminarUn beso.
Otro beso para ti.
EliminarSí, María hay que poner el oído en los árboles y abrazarlo; escuchar la voz del mar en la caracola y llenar el alma con sus mensajes.
ResponderEliminar¡Preciosos sentimientos! Siembras esperanza con tus letras.
Un abrazo.
Eres muy generosa, Fanny...
EliminarUn fuerte abrazo.
Sí, lo es. Pero dile eso a nuestros representantes bélicos y a ver si no se hacen de oídos sordos.
ResponderEliminarUn beso.
Otro beso de vuelta...
EliminarTal vez, si eso sucediera, la vida fuera mucho mejor y más bonita.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto Rafael..
EliminarAbrazos siempre...
Competir?
ResponderEliminarEs de idiotas.
Creo que si...
ResponderEliminarBeso.