Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

viernes, 2 de mayo de 2014

Cuando una primavera sucede a un invierno




Tendría que ocuparse de colocar todo en el guardarropa; seguramente habría de poner las cajitas pequeñas a un lado de las estanterías, de modo que la próxima vez que usara las bufandas estarían ahí, bien dobladas; en silencio, igual que todo lo demás que habría guardado.¿Habría sido tan crucial eso?, pensó.
Doblar y doblar abrigos, bufandas..., Seguramente el día anterior cuando contempló un mar inmenso de nubes tan blancas como las perlas; ese mar de nubes que parecía una capa de merengue avanzando lentamente hasta las faldas de un impresionante volcán todavía con la escarcha del invierno pasado en su cono, seguramente, eso perduraría en su memoria, en el tiempo que hubiese pasado pensando en eso; en todo el tiempo que hubiera transcurrido hasta fenecer..., entonces sería lo mismo que amar a los hijos; amar a sus descendientes y ellos todavía no sabrían lo importante que habría sido contemplar esa capa de merengue, tan blanco como las perlas; tan bello como amarlos,...

10 comentarios:

  1. Me ha encantado, ahora nos toca doblar y doblar para sacar la ropa de verano.
    Feliz viernes.

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    1. Gracias Carmen por tu visita y agradable comentario..

      Feliz fin de semana.

      Saludos cordiales

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  2. Precioso. Es de algún libro?
    Besos

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    1. Me alegro que te haya gustado Sonsoles. En verdad no es de ningún libro. Son pequeños retazos míos; se me antoja que pudieran ser pinceladas en un lienzo.

      Besos.

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  3. Para que eso ocurra hay que cambiar de hemisferio.

    Pinceladas?

    Por fin lo entiendo.

    Besos.

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    1. Si, esa sensación es la que tengo cuando escribo. La de pintar un cuadro,. y darle toques aquí o allá. Dejarlo ahí expuesto, que brille o que por ende sea lo más triste del mundo, pero aún en su tristeza, se puede atisbar , cuando algún rayo de sol ilumina esa beldad, esa enorme soledad, aún así, es hermoso rayo de sol, permite un halo de luz de esperanza,...

      Creo que me callo, porque sigo y sigo y vuelvo a recrear otro pequeño lienzo, porque ya huelo a linaza, y eso, me gusta demasiado.

      Besos.

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  4. Basta un estado climático en transición, para hablar del amor a los hijos...UN abrazo. Carlos

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  5. Quizás se dobla las bufandas y se coloca la ropa mientras se piensa en los hijos y se derrama una lágrima.
    Un abrazo en la noche.

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