Imposible no escuchar, no mirar, quedarse inmutable ante la desgracia
que surca el cielo igual que un dragón lanzando lenguas de fuego en las
espaldas de miles de vidas; entonces queda un silencio espantoso y es ese mismo
silencio el que ahora penetra en mis oídos como un halo de hielo; cuan vergonzosos los pretextos, qué cruel puede ser
el hombre y su vanidad, su fanatismo…,
Totalmente de acuerdo, Besos.
ResponderEliminarBesos para ti también
EliminarCrueles todos.
ResponderEliminarBesos.
Besos igual para ti,
EliminarEs imposible, es cierto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un abrazo para ti, Rafael
ResponderEliminarEs así y duele mucho María...... un saludo pleno de afecto....
ResponderEliminarOtro saludo para ti con mucho cariño.
EliminarEl silencio más aterrador. Un beso
ResponderEliminarBesos para ti también
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