A veces la vida se hace un cúmulo de incertidumbres que parecieran ese sombrero de ala ancha sobre nuestras cabezas; sin embargo, otras, se puede apreciar con bastante lucidez que ese sombrero no es ni más ni menos, que un bello paisaje con árboles, y ríos y risas desbordadas y amantes locos y un sin fin de peculiaridades que son la masa de un buen pan horneado...
horneado al calor del fuego...
ResponderEliminarUn beso.
Gracias siempre Azzul
EliminarBesos.
Perfecta definición de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Rafael.
EliminarAbrazos.
Y otra es cuando ya no tienes incertidumbres, y sólo soledad.
ResponderEliminarBesos.
Gracias siempre, Toro.
ResponderEliminarBesos.
La vida es como una noria que gira y gira y, siempre, llena de emociones. Un beso
ResponderEliminarEso es cierto, Eva.
EliminarBesos para ti.
Y que bien huele el pan recién horneado.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias Miguel...
EliminarAbrazos para ti.
Me llama la atención que estén presentes en algunos de tus cuentos espigas de trigo, trigales o pan horneado...
EliminarDisculpla, hay algún motivo ?
Generalmente cuando escribimos sea como fuere, siempre hay en esas palabras recuerdos y gustos. Es decir, amén de que construyamos una historia o un poema, sale algo de nosotros en ello. En este caso al que te refieres es por mi infancia, me gusta sobremanera recordar aquellos días. Los campos de trigo de mi abuelo y la cocina olorosa de mi abuela ... pan recién hecho , café tostado... todo eso me embarga.
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