Soy una sombra
errante
un día
cubierta de piel
y huesos
llegué a soñar
cuando descalza
y desnuda
deposité
mi cuerpo
en la arena
negra
Y quise ver
si eran sus huellas
y se me antojó
que eran
ese racimo de uvas
que son sus labios
y su pecho tibio
quise que fuese
mi refugio
Anduve de esquina
en esquina
en las madrugadas
dejé que mi cuerpo
fuera besado
enterito
el alcohol
hizo que fuera
feliz
por un tiempo
Luego más tarde
ya ni me importaba
ir sin bragas
Y vuelvo
a desear...
y vuelvo
Qué buen poema!!!
ResponderEliminarGracias por todo querido.
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