Pensaban que lo que ella
sentía acerca de la vida, concretamente cuando el café se había
terminado de servir, y empezaba la reunión, era que un gran cíclope
devoraba esto o aquello, pero la incertidumbre que equivocadamente
reflejaba su rostro observándolas con poquísima atención , no era
cierta, y se dijo: Dejemos pues que averigüen, que escudriñen y
aprendan, del mismo modo en que elevan esas pequeñas tacitas a sus
labios.
Ajenas a cualquier sentimiento.
ResponderEliminarDeja que sigan vagando.
Y sigue soñando, aún con el cíclope.
Placer leerte como siempre.
Besos siempre.
Qué bonitas palabras.
ResponderEliminarBesos siempre.
Que sufran...
ResponderEliminarBesos.
Apenas comienza a tenerse consciencia..
ResponderEliminarBesos de vuelta Xavi.
Que sigan cavilando...
ResponderEliminarUn abrazo.
Otro abrazo Rafael.
ResponderEliminar