Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Rainbow

Preparó el bastidor dejándolo al lado del ojo de buey. De pie frente al espejo comenzó con unos trazos conmemorando la dulzura de un rostro feliz, de unos ojos brillantes llenos de sueños. El rojo carmesí surcó el lienzo dejando un aspecto demacrado, con una lluvia de lágrimas. El negro cubrió la cuenca de sus ojos. Prefirió verse sentada en una silla, vacía.

19 comentarios:

  1. Quizás buscaba el reflejo de la imagen.
    Un abrazo.

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  2. Sillas vacías, memoria de ausencias. Dolientes en este caso, aunque seguro que el arco iris anuncia la paz venidera.
    ¡Qué el día ilumine esos ojos!

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  3. Conmemorar se hace fácil con los años, en este punto coincidimos en los post. Vaya casualidad o causalidad.
    A veces es mejor una silla vacía que una vida sin colores.
    Gracias Aniagua.Un placer.

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  4. Conmemorar se hace fácil con los años, en este punto coincidimos en los post. Vaya casualidad o causalidad.
    A veces es mejor una silla vacía que una vida sin colores.
    Gracias Aniagua.Un placer.

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  5. Que no tire los pinceles, lentamente de ellos irán surgiendo alfabetos de color que reflejarán a esa bella mujer que ya está pintada en ese azogue del tiempo.
    Se pueden perder batallas. Nunca una guerra.

    Muy bello, Aniagua.
    Un abrazo.

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  6. Bella metáfora sobre la llegada implacable de la tristeza que nos aboca al vacío. Pero yo le diría que se lavase la cara para volver a ver los colores. Recomenzar es duro, pero imprescindible.
    Un abrazo

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  7. Es triste pero bello, Un abrazo.
    El color negro tiene una gran belleza.

    Me ha impactado mucho este post, gracias.

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  8. Seguro que los pinceles arreglarán esa tristeza inicial.

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  9. Lo compro, lo compro. El tiempo y el vacío reflejados en un cuadro, en un rostro... Lo compro, definitivamente

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    Respuestas
    1. Buscaba los colores del arcoiris, pero prefirió el sepia...que refleja, no sólo la nostalgia, sino lo que nos falta, y nos deja adentro, sin lastre. Un abrazo. carlos

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