jueves, 28 de noviembre de 2013
Pan de especias y jengibre
El amarillo cadmio despunta en lo alto de los tejados y abraza los pequeños setos cubiertos de una capa helada, y despiertan del letargo y sonríen. El muchacho camina por los adoquines y en trechos cortos aparecen pequeños lagos de cristal, unos en circulo, otros, caprichosos, se abandonan a todas las formas. Adviento es época de Adviento, dice la mujer, y lleva en el cestillo velas de colores y dulces, y el lago sagrado brilla y dentro, las nubes se quedan atrapadas hasta un nuevo crepúsculo...
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Ballade pour Sophie
Ballade pour Sophie
Se habían despedido el mismo día en que se encontraron, solo que, ninguno de ellos lo sabría hasta pasado unos años, en que, l...
¡que lindo escribes y describes!
ResponderEliminarGracias Lao!
EliminarSeguro que hasta quisiere retener en ese cestillo al lago sagrado que descubre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Puede ser Rafael...
EliminarUn abrazo
Me encanta cunado hablas de colores¡
ResponderEliminarUn beso.
Tienen poesía en tu voz.
Gracias. :)
Gracias a ti Amapola por visitarme y comentar
EliminarUn beso
Parece una felicitación navideña.
ResponderEliminarSeguro que si, Toro...
EliminarMe llega ese cestillo con velas de colores y dulces...Todo lo que describes es bello, María.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Fanny
EliminarUn abrazo