Esos negros ojos, ese pelo negro.
Ella viene tan recta como siempre, tan niña. Le gusta la puerta abierta y se
escapa por el camino largo. Sonríe porque ha visto una vez más la gran roca
vestida de lluvia olorosa y las flores silvestres brillan igual que las chispas
del sol. Todos sus pasos son regueros de olvidos, igual que una canasta vacía, sin naranjas.
Cuando la luz emerge a primera
hora de la mañana, ella se mira al espejo y dice: Hola.
Ella desayuna melaza, pastas;
pero su boca y su lengua están dormidas profundamente,
Le gusta la puerta abierta y se
escapa por el camino, largo.
...Y a mi me gustan las ventanas abiertas, para observar por dónde se van los olvidos.
ResponderEliminarTus letras me gustan y me hacen recordar cosicas cotidianas.
Gracias por tu visita a mi otra orilla.
Besicos
Gracias por tu bello comentario,,
EliminarBesicos de vuelta
Todos anhelamos una puerta abierta por donde escaparnos en alguna ocasión, mas quizá nunca ha pasado de ser un deseo dormido.
ResponderEliminarGracias Marcos por tu visita y comentario
EliminarUn abrazo
No creo que sean olvidos, si acaso tener el pensamiento en otra parte.
ResponderEliminarUn abrazo.
En una parte muy lejana, mucho
EliminarUn abrazo
¿Qué sueñan las bocas y lenguas mientras duermen?
ResponderEliminarBesos.
Julio
Los recuerdos se han borrado. Nada se sabe de sus sueños...
EliminarBesos.
Las puertas abiertas son las que baren los caminos, Un beso.
ResponderEliminarMe gustó tu relato, Gracias.
Gracias Amapola Azzul
EliminarBesos
La puerta abierta es tan importante como el saludarte al levantarte.
ResponderEliminarGracias Tracy
ResponderEliminarAbrazos
Cuando deseamos tener ess
ResponderEliminarpuerta abierta solemos
buscar para salir al
encuenro de otra,
es como querer salir de una situación
haciendo ese escape y sentir el alivio.
Te dejo un beso.
Gracias por tu comentario. Claribel
EliminarOtro beso
Más que una nostalgia...UN abrazo. carlos
ResponderEliminarGracias otra vez, Carlos
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