Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

miércoles, 26 de junio de 2013

Un buen día

La primera vez había tomado una cantidad ingente de píldoras, por suerte o desgracia todo se había arreglado con un lavado de estómago  y unas cuantas sesiones de terapia sicológica. Fortuitamente unos meses después recibió un duro golpe en la cabeza a causa de un pisapapeles que rodó desde la estantería; hubo que coserle un pliegue del cuero cabelludo. Un buen día   decidió volar desde la quinta planta con el convencimiento de dejar los sesos repartidos por la acera; pero los vecinos acudieron a tiempo y unos minutos después se encontraba en el quirófano rodeada de buenas manos luchando por su vida. Decidió bajar al desván y recuperar a Caperucita Roja. Abrió las tapas del libro, las fauces del lobo devoraron su cuerpo. Unos meses  después alguien se deshizo de los viejos libros polvorientos.

10 comentarios:

  1. Bueno, pues desde luego el día fue perfecto.

    besos¡¡

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  2. Persistente amor por la vida, en el fondo (del libro)
    Abracitos

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  3. Abriré las mil y una noches vestida de sherezade :)

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  4. Cosas de navegar por internet. He acabado atracando en tu bahía, he recogido víveres de tus narraciones y me voy.
    Me encanta lo que haces y cómo lo escribes.
    Te sigo desde ya.
    Invitada quedas a montesinadas y a quedarte por all´çi si ves algo de interés.

    Abrazos
    http://montesinadas.blogspot.com.es/

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