La primera vez había tomado una cantidad ingente de píldoras, por suerte o desgracia todo se había arreglado con un lavado de estómago y unas cuantas sesiones de terapia sicológica. Fortuitamente unos meses después recibió un duro golpe en la cabeza a causa de un pisapapeles que rodó desde la estantería; hubo que coserle un pliegue del cuero cabelludo. Un buen día decidió volar desde la quinta planta con el convencimiento de dejar los sesos repartidos por la acera; pero los vecinos acudieron a tiempo y unos minutos después se encontraba en el quirófano rodeada de buenas manos luchando por su vida. Decidió bajar al desván y recuperar a Caperucita Roja. Abrió las tapas del libro, las fauces del lobo devoraron su cuerpo. Unos meses después alguien se deshizo de los viejos libros polvorientos.
Que la sigue la consigue.
ResponderEliminarSi...
EliminarUn beso.
Bueno, pues desde luego el día fue perfecto.
ResponderEliminarbesos¡¡
Gracias
EliminarBesos!
Persistente amor por la vida, en el fondo (del libro)
ResponderEliminarAbracitos
Quizás sea eso Amando...
EliminarAbracitos
Abriré las mil y una noches vestida de sherezade :)
ResponderEliminarGracias amiga...:)
EliminarCosas de navegar por internet. He acabado atracando en tu bahía, he recogido víveres de tus narraciones y me voy.
ResponderEliminarMe encanta lo que haces y cómo lo escribes.
Te sigo desde ya.
Invitada quedas a montesinadas y a quedarte por all´çi si ves algo de interés.
Abrazos
http://montesinadas.blogspot.com.es/
Pues muchas gracias, y allá voy
EliminarAbrazos