Algunas personas cruzan la calle, otras vienen de frente.
Aquella guagua está repleta de personas, ahora gira a la derecha, desaparece al entrar en aquel túnel.
¿Me compra algo?, dice la señora.
-Una limosna por favor, dice Lucas el señor que fue a la guerra y se dejó allá la memoria y el alma.
Ahora cae al asfalto el señor con bermudas, lleva dos bolsas.
¿Le ha pasado algo?, ¿se hizo daño?, dijeron dos señoras.
Tengo el móvil en las manos y entra un Wass: entonces nos vemos a las dos de la tarde en la tasca el Pecado?-
Si, claro.
Pero qué bonitas esas gaviotas aún en la confusión por sobrevolar el centro comercial. ¿Se habrán olvidado del mar?.
-Lleve un numerito señora la suerte está de su parte, dijo Gregorio-
Hay en aquella esquina un perrito, lanudo. Espera a su dueño, o dueña. (sabe que lo premian con alguna golosina).
Lo asombroso es poder observar, quedarse un rato en el mismo lugar.
Oh!, las bienaventuranzas que nos da la vida.
¿Quieres otra copa?.
Claro, todas las que sean y más.
Qué pillina eres-
No, no es cierto, es que vivo ahí dentro, en lo hondo.
Sem tradutor no telemóvel. ( porquenão colocar na barra lateral direita?). Deixando cumprimento spoéticos
ResponderEliminarYa está puesto el traductor.
EliminarAbrazo.
La calle nos recompensa con historias sueltas
ResponderEliminarCómo laberinto de Ariadna
Buena semana👍
Gracias y buena semana también para ti.
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