Ese
punto de mira sería ideal, contemplar la larga línea que separa el
mar de la tierra era como pasear durante largo rato percibiendo todos
los olores de las asilvestradas flores del botánico, esas que se
encuentran justo en la entrada y, que son capaces de recibir a
cualquiera que se asome por allí y tenga la curiosidad de entrar;
curiosidad tal vez era lo que cada cual sentiría al pasar cerca del
malecón y vislumbrar con rabiosa atención la lengua de mar, tan
ancha como la franja que separa a un país de otro. Los delfines aún
festagaban la merienda con saltos verticales, y volteretas, haciendo
brillar sus lomos al sol; un grupo de niños acompañados de la
maestra fueron los primeros que se acercaron para ver, claro está
que es sobrado saber que sus caritas se encendían como las
luciérnagas mientras comían toda clase de chuches admirando y
apuntando con sus dedos lo que para ellos significaba semejante
espectáculo, por el contrario, a Hindi, le resultaba una
escapatoria, el sitio ideal, se dijo. Después de dejar la carta
sobre la mesita de noche ella se encaminó bordeando el muro de
piedra negra hasta ese tan interesante punto de mira, luego, se
descalzó y sin mirar si había o no horizonte se adentró en aquel
mar lleno de vida; nadie supo nada de ella, nunca...,
Terrible decisión....
ResponderEliminarGracias por pasar y comentar, karin.
EliminarUn saludo cordial.
La silueta de Alfonsina se perfila entre la bruma y las resacas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas Alfonsinas han de haber...
EliminarOtro abrazo para ti , Rafael.
Quizás está con los delfines jugando feliz.
ResponderEliminarBesos.
Quizás, si.
EliminarBesos, Xavi.
Buen sino y destino le aguardaba a Hindi, sin duda!!!
EliminarBesos
Según sus pensamientos, si.
EliminarBesos
"Asilvestradas" "lengua de mar tan ancha como la franja que separa a un pais de otro".. que bonito. Un cuento triste y a la vez tierno.
ResponderEliminarGracias Alma por pasarte y comentar y me alegro que te haya gustado.
EliminarSaludos cordiales.
A buscar sus alas, o tal vez a bañar los sueños no cumplidos.
ResponderEliminarUn abrazo amiga
Tal vez sea eso...
EliminarAbrazos para ti también amigo mío.
"...aquel mar lleno de vida". Ahí has estado aguda, como un pez espada.
ResponderEliminarUn saludo María.
Me alegra que te guste, Josep
EliminarSaludos cordiales para ti también.
Intenso relato. Besos
ResponderEliminarBesos de vuelta para ti también , Eva.
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