Las historias vagan en círculo durante mucho tiempo, es como si orbitaran. Esta historia comienza en la última planta del edificio mas grande del mundo, el que se cruza con toda clase de nubes y en el que, a veces se puede ver, además del viejo arco iris, la aurora boreal. En la terraza todo eso se podía ver muy bien, muy claramente. Janes y su amiga Juliana, ese día, danzaban alegremente, mientras sucedía, que Dios abrigaba el cielo con un gran manto de lana con matices de colores. Janes, precisamente había escogido ese día, lo habría pensado mucho, solo hubiera bastado un salto vertiginoso sobre el mar de nubes y ella hubiera formado parte de los pequeños átomos que orbitaban. Pero hubo cambio de planes: Dios lo había trastocado todo...,
Entonces sí fue un golpe de suerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto Rafael.
EliminarAbrazos para ti también y que pases un bonito día.
Menos mal que lo trastocó.
ResponderEliminarBesos.
No sabes cuanto Toro, no sabes.
EliminarBesos.
¿Continuará, Aniagua?
ResponderEliminarPodría ser.
EliminarSabes que te quiero?
Muaaackss!!
EliminarOhhhhhhhh
Eliminar?
EliminarLa historia gira en espiral ascendente amiga Aniagua. Dependerá de nosotros el notar la mano de Dios en ello.
ResponderEliminarQuizás si, Lao.
EliminarUn fuerte abrazo amigo
Los cambios de planes suelen salir bien. Besos
ResponderEliminarGracias Eva, siempre tan amable
EliminarBesos.
Cualquier cosa te podría decifr, pero como que no.....
ResponderEliminarya sabes que sé
salud¡¡¡¡ y todos tan amables....
Pues salud para ti también...
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