Ese remolino de viento desata sus dedos y
se cuela, se adentra en medio de mis silencios,
justo en el momento que me disponía llamar a los muertos,
que hace tiempo han masticado la vida, la misma que continúo.
Ese remolino inquieto que atrevido susurra a mi lado los mimos de los amantes,
los besos de labio a labio,
y se me escapa entonces una lágrima igual que la de la noche anterior.
Ese remolino ahora más fuerte con un silbido agudo cerca de mis oídos,
deja el almizcle untuoso que trae desde lejos, cuando la corriente empuja.
Esos aires,
los mismos que desvelan mis horas ésta noche..
Joder, con los remolinos, ahora que estábamos tan tranquilos, tan dormidos...
ResponderEliminarAbracitos
Abracitos y gracias, Amando
ResponderEliminarMenuda pareja haríamos tú y yo...
ResponderEliminarBesos.
Imaginate..
EliminarBesos
Igual que un silvido.
ResponderEliminarPero con la fuerza de un remolino...
abrazo.
Gracias por la visita, preciosa
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